23º EA en el Bosque Comestible de la CIE

Diseño de zona de aromáticas y zanjas de riego por infiltración.

Este domingo hemos vuelto (¡al fin!) al Bosque Comestible después de 4 meses de generosa lluvia y con un montón de novedades en el lugar, como podreis ver en las fotos.

Primero de todo, Albert organizó un curso de bosque comestible que duró una semana, esta vez trayendo a un experto además en temas hídricos, con lo cual se presentó la oportunidad para mejorar el aprovechamiento del agua que fluye por el torrente cuando cae una lluvia fuerte, creando el bosque comestible en medio de la torrentera usando una serie de zanjas que ralentizan el paso del agua y evita que la escorrentía se lleve la tierra útil.

Nuevo Bosque Comestible con zanjas por infiltración
Le hemos hecho una visita para conocerlo, entre otras cosas hemos podido ver algunos baches creados por la lluvia de 130 litros que cayó en octubre pasado, y cómo han hecho las zanjas y sembrado las plantas.

Una vez visto el lugar y estando contentos y sorprendidos por la buena pinta del método, hemos decidido hacer lo mismo en la parte de nuestro BC que nos falta por cultivar. Además de esta manera la instalación de riego es mucho más barata y sencilla de mantener, jugando con la própia pendiente del terreno.
Creando zanjas y sembrando abono verde
En una de las zonas hemos decidido hacer cultivo de plantas aromáticas para surtir el año que viene al proyecto de «Hierbas ibicencas» de la CIE, de manera que pueda elaborarlas 100% ecológicas ¡y de nuestra própia mano!, cerrando el círculo de producir-consumir localmente.

Una vez en marcha, las faenas han consistido en:

  • Marcar con un nivel en «A» y estacas metálicas las curvas de nivel en el terreno
  • El tractor hacia las zanjas siguiendo las estacas.
  • Limpiar la zanja a azada y rastrillo haciendo caballón en la parte más baja.
  • Plantar y abonar plantas que servirán de abono verde y sujeción de la tierra removida.

Tra la rá, tra la rí

De esta manera hemos creado un «circuito» que atrapa el agua de la lluvia y la retiene lo máximo posible en el lugar, con el mínimo desnivel posible, haciendo que el agua tenga más tiempo de penetrar más profundamente, y la salida del circuito va a parar a la siguiente feixa que queda más abajo, volviendo a aprovechar el agua sobrante en el siguiente campo.