Por qué usar el ECO #1

RESILIENCIA

Desde el principio de la historia humana hasta hace ya unos 70 años (en la época de nuestros abuelos y bisabuelos) la realidad económica en nuestro país y en nuestra isla era muy diferente, la unidad económica básica era el pueblo / comunidad.

El pueblo/aldea/tribu era por definición autosuficiente, ya que tenía en su entorno inmediato todo lo necesario para sobrevivir: alimento, agua, cobijo y un mínimo de vida social, todo esto gestionado por los integrantes del pueblo, ayudándose mutuamente y siendo transmitido el conocimiento necesario en forma de cultura de generación en generación. Era una forma de vida sostenible con el entorno.

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Desde entonces hasta ahora, con el avance hacia una economía y una tribu más global, nos hemos ido interconectándo y se ha ido disolviendo nuestra identidad y forma de vida como comunidad local/pueblo, desconectándonos de nuestro entorno y nuestro presente, olvidando poco a poco la gestión de nuestros propios recursos naturales.

Por una parte nos hemos enriquecido (sobre todo en comodidad de vida, vida social, conexión de ideas y riqueza cultural), pero a su vez nos hemos ido especializando e individualizando, de tal manera que ahora las relaciones con otras personas, los alimentos y el agua ya no dependen del entorno inmediato, si no que vienen de lugares lejanos, o los extraemos de aquí con la ayuda de combustibles traídos de fuera.

Esto nos ha llevado hasta el punto en que somos totalmente dependientes de la economía global para nuestra supervivencia y nuestra vida social (incluso usamos internet para hablar con el vecino), afectando también al equilibrio de nuestra relación con el medio ambiente, en vez de coexistir la economía de pueblo (para nuestras necesidades básicas) y la economía global (para conseguir aquello que no podemos producir en nuestro entorno inmediato).

Resumiendo, si se produce un “corralito” como sucedió hace no tanto en Argentina, en el que los bancos decidieron no dar dinero a sus usuarios, o se produce alguna otra crisis en la que nos desconectamos de la economía global (por ejemplo que dejamos de recibir combustible y alimentos del exterior) entonces los que ahora estamos viviendo en la isla lo pasaríamos realmente mal hasta conseguir estabilizar la situación:

1.- Lo primero que fallaría sería el agua, la cual extraemos con combustibles que alimentan las bombas que la extraen del subsuelo.

2.- Lo segundo que nos faltaría serían los alimentos, que actualmente provienen la mayoría de fuera, ya que el campo está en un estado de semi-abandono y no sería capaz de producir en los primeros años todo lo que estamos acostumbrados a consumir. Directamente pasaríamos hambre y muchas personas deberían emigrar de la isla.

 

Por este motivo (y otros más) hemos creado una moneda local para resucitar la economía de pueblo

Logo del Eco, moneda local de Eivissa

Y así, de esta manera, poco a poco y como si fuera una transición hacia la economía del regalo usando diferentes formas de intercambio y moneda local,  adaptando nuestra vida y hábitos de consumo y producción hacia el producto local y las relaciones cercanas, nos vamos organizando, conociendo y dándonos trabajo de manera local, consiguiendo paso a paso ganar independencia de la economía global, siendo auto-sostenibles y resilientes.